viernes, 15 de abril de 2016


Conformismo y Bajo Rendimiento Escolar


 Conformismo en la adolescencia


El conformismo o dejar que actúe la influencia de la opinión o conducta de la mayoría, es un atajo cognitivo, es una forma de ahorrarnos el hecho de tomar decisiones, dejándonos influir por la decisión de los demás. 

Esto se debe, en parte, a que los padres van a tener que compartir su influencia con los amigos de su hijo/a y que el adolescente está en plena construcción de su identidad por lo que va a ser susceptible ante la presión.

Muchos investigadores, consideran que la influencia de las amistades es una de las principales causas del surgimientos de conductas problemáticas y antisociales durante estos años.



Sólo hay que remitirse a numerosas campañas dirigidas a adolescentes en el que el mensaje se centra principalmente en saber decir “No” ante la presión de las amistades.



La conformidad ante los iguales suele ser más intensa en los primeros años de la adolescencia, a medida que vayan construyendo su identidad y que se vayan haciendo más autónomos serán capaces de resistirse a la presión del grupo.





Identificarse con los amigos es bueno para la construcción de nuestra identidad.
No obstante una identificación excesiva con los amigos siendo como ellos o imitándoles en forma constante dificulta la identidad propia como personas.




Conformismo




Cuando hablamos de conformismo, no nos referimos exclusivamente a consecuencias negativas, puede que la presión e influencia vaya dirigida a evitar comportamientos no deseados de algún miembro del grupo o a procurar la implicación en actividades deportivas o académicas.


La amistad es favorable en el proceso de construcción de la identidad. El problema surge cuando el conformismo o la dependencia de las amistades influye de manera negativa en el desarrollo de la identidad, ya que los adolescentes pueden tomar prestado comportamientos de tipo delictivo o conflictivo e incorporarlos a su identidad.






En ocasiones, los jóvenes prefieren evitar el conflicto y seguir la corriente por no estar solos y no perder la amistad.
Por otro lado, no todos los adolescentes se muestran igual de conformistas, suelen dejarse llevar por el grupo los chicos y chicas más necesitados de apoyo debido a que no mantienen buenas relaciones con los padres o que tienen un bajo estatus dentro del grupo.




Al mismo tiempo, serán los amigos íntimos o mejor considerados los que tengan más influencias sobre unos y otros, ya que los adolescentes tienden a imitar conductas que les parecen alabadas por los demás miembros del grupo.



¿Como eliminar el comportamiento conformista?

  • La repetición puede crear en nosotros hábitos constructivos y hábitos destructivos. Y no importa qué tanto tiempo llevemos con cierto hábito, siempre podemos decidir cambiarlo y empezar a través de la repetición.
  • Un buen primer paso para dejar de ser conformistas, es detectar primero, la situación en la que estamos conformándonos con lo que tenemos sin aspirar a algo mejor. 

  • Posteriormente identificar las creencias limitantes asociadas a dicha situación para luego actuar en pro de su eliminación.
  • La educación y el conocimiento son fundamentales, reitero: Vivir una vida consciente, es muchísimo más satisfactorio que aceptar lo que nos toque como venga.





Bajo rendimiento escolar


Uno de los temas de mayor preocupación en el desarrollo de nuestros hijos es el de su rendimiento escolar. Ello es justificable por los temores que nos genera su porvenir o futuro profesional y económico.

Actualmente el tema parece haber ido más allá del ámbito individual y se utilizan términos como el de "fracaso escolar" para hacer colectivo un problema que, en los últimos años, se ha agravado y que incorpora elementos externos al propio escolar, como pueden ser la idoneidad de los actuales modelos educativos.
                                                                         
Hay que insistir en la necesidad de efectuar una buena evaluación psicopedagógica, tan pronto se detectan signos o síntomas de que un niño o niña presenta dificultades en algún área. Hoy en día disponemos de pruebas de evaluación suficientemente contrastadas para efectuar una exploración del Cociente Intelectual (C.I.) y sacar las pertinentes conclusiones.                                              


Ello nos dará una idea muy aproximada del nivel de funcionamiento del niño respecto a los demás niños de su misma edad.
Especialmente, cuando no se detectan discapacidades intelectuales significativas en estas pruebas, se hace necesario la incorporación, según el caso, de pruebas de personalidad y/o emocionales, para poder evaluar otros aspectos del funcionamiento. Cada caso es diferente y requerirá una evaluación personalizada. 

En ocasiones, como se ha apuntado, el problema no se debe a la falta de capacidades sino a problemas emocionales que condicionan el retraso en el aprendizaje. En estos casos la intervención será básicamente psicológica e irá encaminada a tratar el problema raíz.                            

Otros factores de riego a considerar son cuando los problemas de aprendizaje forman parte de una constelación mayor de manifestaciones conductuales, familiares, sociales, etc... Entonces, el ámbito de intervención psicológica puede ser más amplio y complejo.

El objetivo de la evaluación debe ser concretar el ámbito de actuación. Dicha evaluación debe plasmarse en un informe en el que se describan los resultados obtenidos y, a partir de ellos, se den las correspondientes pautas de tratamiento o intervención. Los padres obtienen de esta forma, una información precisa para conocer el alcance real de los problemas detectados y sus posibles soluciones. Dependiendo de los mismos, puede necesitarse la participación de otros profesionales especializados tales como logopedas, pedagogos, etc...

   


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